Cuesta de Lipan – Salinas Grandes
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Siguiendo por el camino que va de Purmamarca al Paso de Jama (Chile) encontramos las Salinas Grandes, 12.000has de sal que encandilan a los avezados lugareños y a los inexpertos viajeros. Una inmensa planicie blanca a ambos lados del camino impacta después de un corte abrupto de las montañas que conforman la Cuesta de Lipán. La cuesta es un serpenteante camino que asciende en espiral hasta los 4140 m.s.n.m. Allí se puede observar la primera panorámica de las salinas y avistar vicuñas o alpacas en estado silvestre entre otras especies.
La inmensidad, la majestuosidad del paisaje es muy difícil de describir acabadamente, y las fotos solo llegan a documentar un pequeño porcentaje de la sensación que se tiene al estar en el lugar.
Aquí, el esfuerzo humano ha logrado hermanarse con la “Pachamama” y ha aportado una obra que de por sí es un atractivo turístico, aunque el protagonista haya sido el hombre.
Al recorrer los primeros kilómetros de la planicie, hacia adentro del salar ya se puede apreciar los primeros piletones que sirven, mediante un proceso químico, para sedimentar la sal.
Aquí, como en el resto de la provincia, tampoco faltan puestos de artesanías propias de la zona como pequeñas esculturas de sal.
Un poco más adelante comienzan a apreciarse los acopios que se caracterizan por ser construcciones con ladrillos de sal y grandes montañas donde acumulan el producto para comercializar.
Después de un buen rato dando vueltas e investigando la zona, decidimos emprender el regreso a Purmamarca. Queda para la próxima vuelta llegar hasta Chile cruzando por el paso de Jama.
Cecilia Ceirano y Diego Koniuszaniec
Córdoba-Argentina.
